En nuestro departamento de Climatización de Gas y Luz Aragón sabemos que uno de los principios de la ventilación es la renovación de aire interior.
Con nuestros sistemas de ventilación, mediante uno o varios ventiladores, extraeremos el aire viciado del interior de un local o dependencia, y lo sustituiremos por aire nuevo proveniente del exterior.
De este modo conseguiremos mejorar notablemente la calidad del aire interior, con todos los beneficios que esto conlleva. El aire interior suele estar viciado por partículas de todo tipo, las que desprendemos las personas, muebles, objetos… que a simple vista no las percibimos. Aparte, con esta renovación de aire conseguimos rebajar el nivel de CO2 (dióxido de carbono) del mismo, perjudicial para el ser humano.
Con el sistema de ventilación de doble flujo introducimos aire limpio en cada espacio de la vivienda y, desde los espacios húmedos, como el baño o la cocina, extraemos el aire viciado.
Una pieza clave de este tipo de ventilación mecánica controlada es el recuperador de calor, ya que es este el elemento que introduce y expulsa el aire de la vivienda.
Los conductos de entrada y salida de aire del edificio se cruzan en el recuperador de calor. Además, incluyen filtros para la mejora del aire, es posible filtrar el polen y gran parte de los alérgenos que se encuentran en al aire, lo que hace de este sistema de ventilación una pieza clave para personas que padecen alergias u otros problemas respiratorios.
En nuestro Departamento de Climatización de Gas y Luz Aragón realizamos tu proyecto e instalación para tu sistema de ventilación con aportación de aire exterior.
El equipo de profesionales en climatización de Gas y Luz Aragón lleva a cabo tu instalación con toda la normativa y exigencia técnicas para que disfrutes de tu instalación con total garantía. El RITE se disponen unas instrucciones técnicas a cumplir.
Una de ellas marca las exigencias mínimas de bienestar e higiene (IT 1.1), en las que se exige, entre otras, mantener una calidad térmica del ambiente, una calidad del aire interior adecuada a cada actividad y asegurar una calidad del ambiente acústico, limitando el nivel de ruido y vibraciones en las instalaciones térmicas.
Dentro de estas instrucciones técnicas se encuentran otras especificaciones como, (IT 1.1.4) exigencia de calidad del aire interior: en esta se especifica que se deberá disponer de un sistema de ventilación para el aporte de aire del suficiente caudal de aire exterior, que evite en los distintos locales en los que se realice alguna actividad humana, la formación de elevadas concentraciones de contaminantes.
En las generalidades de este punto se describe el ámbito de aplicación, donde para los edificios de viviendas se consideran válidos los requisitos establecidos en la sección HS 3 del CTE (Código Técnico de la Edificación), mientras que para el resto de los edificios se deberá seguir lo marcado en el RITE.
Es muy importante comprender que el RITE siempre requiere un sistema de aportación de aire, que deberá cumplir unas características específicas en términos de volumen y calidad, recogidas en la propia norma. En función del uso del edificio o local, la categoría de calidad de aire interior (IDA), que se deberá alcanzar será, como mínimo:
IDA 1 (aire de óptima calidad): para hospitales, laboratorios, clínicas, guarderías.
IDA 2 (aire de buena calidad): oficinas, locales comunes de hoteles y residencias, museos, aulas de enseñanza, entre otras.
IDA 3 (aire de calidad media): edificios comerciales, cines, teatros, salones de actos, habitaciones de hoteles, restaurantes, cafeterías, bares, salas de fiestas y gimnasios.
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