El recuperador de calor es un equipo que permite aprovechar parte de la energía del aire que extraemos del interior de una estancia o local, a través del sistema de ventilación mecánica de dicho aire, mediante un intercambiador que pone es el responsable de hacer que el aire interior que se extrae con el del exterior que se introduce, sin que se mezcle el aire de los dos circuitos y no se pierda energía.
En invierno su función es calentar el aire frío que entra del exterior, mientras que en verano enfría el aire caliente del exterior, además dispone de unos filtros que reducen el nivel de partículas contaminantes que mejoran notablemente la calidad del aire. En nuestro departamento de Climatización de Gas y Luz Aragón, disponemos de un experto equipo en instalaciones de climatización que se encargará de todo, para que tu solamente disfrutes del confort de la instalación.
Fieles a la normativa actual, cualquier vivienda o local comercial requiere un sistema de ventilación para renovar el aire interior hacia el
exterior y paralelamente coger aire del exterior, manteniendo la calidad del aire interior, de modo que cuando incorporamos este equipo al sistema reducimos el consumo energético notablemente.
Los Recuperadores de calor habitualmente se presentan como una caja con unas embocaduras y unos filtros que nos permiten realizar el intercambio y estos se instalan en las unidades de ventilación mecánica que incorporan los ventiladores de impulsión y retorno del aire de la vivienda o local.
Con los recuperadores de calor podemos recuperar hasta un 60 % de calor con respecto a un sistema de ventilación mecánica en los cuales los flujos de aire de admisión y extracción son independientes, permitiéndonos un ahorro de energía del 40 % del consumo en los equipos de climatización.
Desde nuestro Departamento de Climatización de Gas y Luz Aragón queremos explicarte que este sistema dispone de ventiladores que permiten el flujo y la circulación de aire, tanto para tomarlo del exterior como para expulsar el del interior (flujo de impulsión – flujo de retorno), lo cual implica un consumo energético y se debe valorar su eficiencia en función del caudal de aire y de la diferencia de temperatura entre el aire exterior y el interior.
A mayor caudal de aire, la eficiencia del recuperador será menor.
Cuanto mayor sea el desnivel térmico o diferencia de temperatura entre el aire exterior y el interior, su eficiencia será mayor.
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